Más allá de potencias como España y Argentina, la gran expansión que ha vivido el pádel durante los últimos años ha impactado con fuerza en algunos países europeos y también en Oriente Medio, que incluso han llegado a acoger competiciones de gran calibre. Y precisamente uno de los principales “culpables” de este crecimiento lo ha protagonizado Suecia, que poco a poco se está convirtiendo en uno de los grandes referentes de este deporte.