Perdió ayer la final del Finlandia Open, la segunda que disputa en la temporada. Aún no ha estrenado palmarés con un triunfo grande en la élite pero, a sus 22 años (cumple 23 en apenas tres semanas), el navarro Jon Sanz empieza a frecuentar los alrededores de la última milla, aquella donde moran los elegidos, el espacio en el que los grandes se alimentan de gloria.
La (r)evolución de Jon Sanz: una explosión frenética
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