Sin saber cómo, sin imaginar el porqué y sin intuir el cuándo, se cierra una era. Con naturalidad, simpleza y lógica, todo se ordena. Incluso aquello que parece perecer al tiempo. Y del mismo modo que en la física cuántica un átomo puede cohabitar en presente, pasado y futuro, en el deporte denominamos leyendas a aquellas figuras que trascienden al momento. Legado, lo llaman.