En los últimos años, el pádel se ha convertido en uno de los deportes más populares de España. De hecho, a nivel de practicantes ya es la segunda actividad física a nivel estatal, solo por detrás del fútbol. Un crecimiento que ha provocado la instalación de pistas por todo el territorio, llegando a una cifra superior a las 14.000. Sin embargo, tiene un efecto colateral realmente negativo. Y es que recientemente hemos conocido que los cristales suponen un peligro en aumento para las aves, que incluso pueden llegar a la muerte al colisionar contra esta superficie.