Con la llegada del fin de semana, La Hexagon Cup alcanzaba su clímax. Después de tres días de fase de grupo muy exitosos que terminaron con grandes sensaciones, el Madrid Arena se llenó para disfrutar del mejor pádel del mundo. Unas semifinales realmente decisivas en las que ya no había margen de error, con muchísimo en juego y las tablas muy apretadas entre los principales equipos candidatos a la victoria. Las expectativas estaban muy altas, pero la ocasión no decepcionó.