El crecimiento que está experimentando el pádel conlleva, desde luego, la aplicación de mejoras también en la seguridad de los deportistas. Estos deben desenvolverse en un espacio de apenas 20 metros de largo y 10 de ancho, en el que los desplazamientos se producen a mucha velocidad, lo que implica riesgos de impactos con los soportes o elementos de la propia pista.